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Ciudades Windows Vista

Por Alfonso Copado.

Hoy en día gran parte de las ciudades de nuestro país se están enfrentando a un problema importante que reclama la atención de todos quienes vivimos y formamos parte de la ciudad.

Leía en un artículo de José Fariña una visión de ciudad que llamó mucho mi atención. En esta visión se ve a la ciudad como una especie de computadora, la cual esta compuesta por un hardware y un software.

El hardware son todos los elementos tangibles que la conforman, por ejemplo, las calles, los edificios, los arboles, las plazas, etc… y el software son las personas, sus habitantes, quienes dan vida a las ciudades y en las computadoras de nada sirve el hardware sin el software. Compartiendo esta visión con Fariña hay que destacar la importancia de las personas en las ciudades, ya que gracias a las actividades que ellas realizan, las ciudades se van transformando y adaptando continuamente a las necesidades inmediatas.

El problema del que hago mención al inicio es precisamente el de la inseguridad que se vive a lo largo y ancho de nuestro país, pero no me refiero a la que se ha dado en los últimos años a causa de la lucha contra el narco. A la que me refiero es a la que se ha originado por falta de educación y de oportunidades para los jóvenes, a esa inseguridad compuesta de robos a casa habitación, asaltos, etc.

Esta inseguridad es la que ha provocado que muchas de nuestras ciudades se estén transformando, y uno de los síntomas que he detectado, por ejemplo en Celaya, una pequeña ciudad industrial del centro del país, es que en las colonias o zonas habitacionales, la gente se ha ocupado de cerrar sus calles con rejas divisorias que ellos mismos controlan y que por supuesto imposibilitan el acceso de cualquier persona, lo cual en términos jurídicos es absolutamente fuera de la ley, es decir es un delito. Las autoridades de esa ciudad poco hacen por solucionar los dos temas, siendo que ambos demandan soluciones inmediatas. Siguiendo con la visión de Fariña, lo antes descrito es un error del software, es una falla en el sistema que hemos elegido estructurar.

Un ejemplo común de estas transformaciones son los famosos cotos o clúster habitacionales que en anteriores artículos he hecho mención, los cuales forman un especie de paquetes o cajas cerradas, totalmente aisladas y ajenas a la ciudad. En estos conjuntos se puede observar en todos los casos una muralla perimetral que conforma un borde y que al estar unos junto a otros se forman espacios residuales que no tienen ningún uso, es decir, son elementos muertos o inservibles del hardware.

Implícito en el problema anterior esta el hecho de fragmentar la ciudad ya que esas cajas cerradas o paquetes se van ordenando y acomodando por toda la ciudad sin interactuar entre si, es por eso que modelos de ciudad como Nueva York han logrado transformaciones positivas al logar romper con las cajas y mezclar sus contenidos, fomentando la interacción entre las personas y resolviendo sus necesidades en distancias muy pequeñas. Estos modelos de ciudad que se mantiene siempre vivos, día y noche, propician la reducción de la inseguridad y ayudan a generar ciudadanos más responsables.

Los problemas antes descritos, tan solo son una muestra de los muchos problemas que genera la falta de seguridad. La pregunta es si ¿la solución de estas fallas corresponde únicamente a las autoridades?. Yo creo que es momento de que nos cuestionemos el tipo de ciudadanos que somos, momento de que nos preguntemos que acciones estamos tomando a nivel personal para lograr la transformación de nuestra sociedad.

¿Será que nos conformamos con seguir siendo un Windows Vista?, cuyas fallas han producido tantos errores que han terminado por descomponer al hardware.

Que no se nos olvide que el software somos todos y que de nuestras acciones depende su buen funcionamiento.

En esta reflexión, no pretendo dar las soluciones a los problemas que enfrentan nuestras ciudades, tan solo hago un llamado a un cambio de conciencia para que cada uno nos ocupemos de lo que nos corresponde y de este modo las soluciones se irán dando de forma natural y cuando nos demos cuenta los problemas comenzarán a desaparecer.

Alfonso Copado es arquitecto por el Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro y colabora en el despacho Barquet Arquitectos.

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