Por Rodolfo Unda.

“No existen límites dentro del poder del diseño.”

En un proceso de búsqueda interior hacia mi verdadera arquitectura sintetizo a lo puro. El análisis de mi identidad espacial se resume en un cubo, elemento básico controlable en el cual existen infinitas variaciones de mucha riqueza.

Encuentro en esta forma tan elemental “mi parte” ó contribución a la configuración espacial donde habitamos.

Extraigo y pienso. Posterior a un proceso retórico busco aportar piezas que sirvan a la gente y su entorno. Debemos ser humildes y visualizar la arquitectura como un servicio social y no como una competencia de egos. Soy lo que soy a partir de mis fracasos, es muy valioso equivocarse.

El potencial de las ideas me hace reflexionar que no existen límites dentro del poder del diseño, realmente cualquier cosa es posible. Existe tanta riqueza entre materiales, luz y música que falta aún mucho por explorar.

Después de una vida arquitectónica muy breve (aún en pañales), me he percatado de la complejidad profesional como forma de vida. Mientras más aprendo, más profundo percibo el océano donde navego. Quizás el tiempo, la paciencia y a su vez, la inquietud, me permitan avanzar de lo básico a lo complejo paulatinamente.

Técnicamente, pienso que el dibujo es la máxima forma de expresión de las ideas. La planta arquitectónica funciona como elemento ordenador, mientras que la sección delata la intención de una idea. El trabajo físico (maquetas) es un proceso que refuerza la sensibilidad de un proyecto.

Museo Irlandés, 2011

“Los detalles, cuando salen bien, no son decoración. No distraen, no entretienen, sino que conducen a la compresión del todo, a cuya esencia necesariamente pertenecen.” (Pensar la Arquitectura, Peter Zumthor).

La metodología es que no hay metodología. Cada oportunidad es un reflejo de lo que somos y vivimos en ese momento. Es un momento en el que se descubren diferentes caminos de trabajar y experimentar. Es necesario entregar siempre más de lo que piden, compartir lo que sabes hacer con los demás, convertir el trabajo en juego y el juego en trabajo.

Trabajar en un proyecto significa dedicarle un pensamiento constante relacionándolo con cualquier cosa por más ridícula que ésta parezca siempre produciendo y dibujando. Debo crear un nuevo camino en lugar de seguir los pasos de otros y ser atrevido. ¡Debemos sentir pasión y sensibilidad por lo que hacemos, de lo contrario, no sirve!