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¡Súbale! Hay lugares

Por Eva Sosa.

Un enorme y desorganizado aumento de microbuses ha dominado de manera poco eficiente e incluso peligrosa el transporte público.

Este sistema debería poder ser un sustituto del automóvil y dar un mejor servicio a sus usuarios cotidianos. El problema está en que la iniciativa privada y el gobierno trabajan por separado.

De continuar así, cada microbús seguirá compitiendo para obtener mayor ganancia, poniendo en riesgo a los peatones, pasajeros y entorpeciendo el flujo de los demás automovilistas. Las rutas continuarán repitiéndose y los accidentes también persistirán.

Pero si combinamos iniciativa pública y privada, podríamos tener un sistema parecido al de Metrobús, el cual asegura un sueldo fijo para los conductores, eficiencia, seguridad y camiones en buen estado para los pasajeros. Así mismo, estaríamos ayudando a la ecología: cada uno de estos camiones tiene emisiones iguales o menores a las de un sedan chico de gasolina y la capacidad de transportar 160 personas.

La inversión en el transporte público no es proporcional a los beneficios que podríamos obtener de él. De utilizarlo con regularidad, reduciríamos el tráfico, los tiempos de traslado así como las emisiones contaminantes, mientras ahorramos espacio en las calles y dinero para los usuarios.

Precisamos de una red eficiente, con puntos de ascenso y descenso distribuidos a cada 800 metros, con autobuses de menor capacidad que alimenten líneas principales de mayor capacidad, un sistema de prepago, así como seguridad e interconexiones con otros medios de transporte, como las bicicletas.

Sabemos que las ciudades están creciendo y con ellas, el uso del automóvil. En Querétaro, por ejemplo, estacionarse en el centro histórico es cada vez más difícil, sin embargo, podríamos acceder a este lugar mejorando estaciones y líneas de autobuses en avenida Zaragoza o Universidad e informando a la población sobre estas rutas, mediante una plataforma oficial, quizás.

La principal pregunta es si todos utilizaríamos este medio de transporte. Pienso que de tener un servicio bien organizado y empezar a cobrar los precios reales por el uso del automóvil, el transporte público cobrará su debido protagonismo.

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