Por Miguel Rodríguez.
Como pocas veces en la ciudad de Querétaro, vivimos en días pasados una efervescencia social debido a la implementación del sistema de modernización de transporte público RedQ.
La razón: los choferes de los camiones se negaron a hacer su trabajo exponiendo su rechazo a posibles despidos que sufrirían sin pago de finiquito a causa de la eliminación de rutas.
Tal fue el impacto de la acción que las unidades de emergencia, patrullas, ambulancias, vehículos de estaciones de radio, entre otros, se dieron a la tarea de hacer los traslados, llevando a los pasajeros a sus destinos, dándoles ‘ride’ o como ellos lo llamaron, RaidQ. Incluso #RedQ llegó a ser ‘trending topic’ nacional por muchas horas los días que esto sucedió.
Aunque el sistema de transporte público en Querétaro cumple su función primaria, fue emocionante el anuncio de este proyecto de modernización, -aún sin saber las características de su operación-, simplemente porque cambiaría algo de la situación de un sistema que siempre ha dejado mucho que desear, por más entendibles que pudieran ser las razones de sus deficiencias, y por más que hay personas que creen que no es necesario cambiarlo:
Buen punto, pero me parece conformista no buscar transformarnos cuando hay otros estados y lugares del mundo que han dado el paso adelante, brindando a sus ciudadanos un servicio con gran valor agregado; como el caso del recién lanzado ViveBús de Chihuahua.
Pero, ¿por qué justo cuando un gobierno se atreve a meter las manos para cambiar el sistema de transporte público nos quedamos una vez más en el limbo de los buenos deseos?
Durante la conferencia de unlugar en el Foro Nacional de Arquitectura en el ITESM Aguascalientes el pasado Mayo, se expuso que para que una decisión urbana sea exitosa se debe contar con la participación de las 4 esferas de poder que mueven a la ciudad: gobierno, expertos, ciudadanos y empresarios. Las propuestas urbanas de mayor impacto deberían alinearse a las necesidades de estos 4 actores de tal manera que todos obtengan el mejor beneficio posible anteponiendo el crecimiento genuino y sostenible de la ciudad.
Quizá la razón por la que RedQ no esté avanzando es porque existe una confusión en la población, y porque las estrategias del nuevo sistema no están alineándose con las necesidades de las 4 esferas de poder; las cuáles podría dividir como así:
Ante tales necesidades, una ruta para alinearlas podría ser la siguiente:
Bajo este esquema, los usuarios tendrían un mejor servicio con la participación de diferentes inversionistas; tomando en cuenta al usuario final a través de una investigación de mercado para determinar las mejores rutas; e incluyendo a expertos en el tema para obtener un resultado de calidad el cual valga la pena aprovechar en lugar del automóvil particular.
Me parece que existe la iniciativa de transformar el estado del sistema de transporte público en Querétaro, pero debe haber capacidad de diálogo, interés y participación por parte de las esferas de poder que mueven la ciudad para no ser sólo espectadores de una realidad que a nadie parece conformar.
No estaría tan seguro de que las 4 esferas mencionadas sean de “poder”, entiendo que la teoría puede indicarlo así pero en la práctica cotidiana el poder de tomar decisiones lo tiene lamentablemente sólo la autoridad. Este “poder de la ciudadanía” y los demás actores de la sociedad empieza apenas a tener un impacto realmente trascendente. En el mismo sentido del texto “Que le falta a la RedQ”, y fortaleciendo la idea de que ésta y otras políticas públicas adolecen de sustento multifuncional y participación verdadera, yo preguntaría porque “RedQ” es una iniciativa gestada desde la Secretaría de Gobierno, o porqué el Instituto del Transporte depende de esta misma secretaría y no de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas por ejemplo, o porque tenemos que crear el Concejo Consultivo del Consejo del Consejo del Instituto de Transporte si total estos consejos consultivos no “aconsejan”, ni “consultan” a nadie y supeditan su participación a las políticas emanadas de alguna oficina de algún funcionario con algún espacio en su agenda. En fin, que si bien “RedQ” es un intento real y hasta una buena intención, su concepción queda corta de sustento técnico real y corta, muy corta de planeación a largo plazo, aquí lo que importa es salir de la bronca estos años que nos quedan de administración, ya veremos después que pasa no??? mientras los planes de ciudad tengan un planteamiento en el tiempo acorde a lo que dura la administración en curso, todas las iniciativas se quedarán en buenos intentos, en ahorros mal entendidos, en “aspirinas para cáncer”. Es a través de este tipo de foros cómo la ciudadanía adquiere poder real, felicito a “1lugar” y a Miguel Rom en su intento entusiasta de participar con la esperanza de que su conocimiento, interés y postura no sean secuestrados por algún partido político y los perdamos dirigiendo algún “consejo” de esos que salen en la foto y nada más.
Arq. Luis Antonio Alvarez
Gracias Luis Antonio, coincido contigo en que estas ‘esferas’ están minimizadas y que deberían tener un peso igualitario cuando se trata de concebir políticas públicas. Creemos que estas esferas no tendrán la importancia que merecen hasta que los ciudadanos que las integran empiecen a tener más participación en los asuntos de la ciudad. Debemos aprovechar que el proyecto de RedQ ha tenido un eco importante en las opiniones públicas y no debemos dejar que este interés genuino por parte de todos se diluya con el tiempo; este en un tema de salud urbana que se debe atender a diario. Gracias por tu participación, la cuál ayuda a hacer crecer la cultura de la opinión y participación ciudadana. Saludos.